Escape room urbana de Torrelobatón

En el "escape room" urbano organizado en Torrelobatón el pasado 1 de agosto, el protagonista fue la honradez, que debía escapar de la habitación de trampas y picaresca construida por los participantes, que agrupados en, como mucho, cinco personas, recorrieron hasta el último rincón de la localidad. El objetivo: abrir un candado con una combinación de 16 números, ocultos a su vez en códigos QR repartidos por el pueblo, que había que desbloquear respondiendo a preguntas relacionadas con los lugares en los que estaban escondidos. La jornada amaneció soleada y calurosa, con una temperatura propia de la época estival, ideal para lanzarse a la aventura y respirar aire libre aunque fuera bajo la mascarilla reglamentaria. Como no podía ser menos, la respuesta de los habitantes fue masiva.

A partir de las 11 de la mañana, comenzaron los distintos grupos que se habían apuntado días atrás, a salir de forma escalonada en intervalos de cinco minutos para evitar aglomeraciones, tras pasar por la mesa del registro situada en el patio de armas del castillo, donde se les informaba de las reglas y se les tomaba la temperatura para comprobar que no hubiera nadie enfermo. Además, repartían botellas de agua para calmar la sed.

Las calles se llenaron de carreras y risas, y por un día se vieron insufladas de una vida de la que por desgracia carecen la mayor parte del tiempo. La tarea, que en un principio parecía que llevaría parte de la mañana, fue resuelta por el grupo ganador en apenas 20 minutos, todo un récord, aunque más rápido fueron los rumores de un posible tongo, pues en los grupos de Whatsapp corrían como la pólvora las fotos de los códigos y su localización. En cualquier caso, fue un día de ocio y buen humor, que se necesitaba tras la larga primavera de confinamiento. Esperemos que se pueda repetir en un futuro.