Mañana será un día maravilloso

Castillo de Torrelobatón iluminado por el sol
En esta hora aciaga en que las tinieblas han caído sobre el escenario de nuestras vidas, en que el motivo de nuestras preocupaciones son nuestros seres queridos y no nuestros banales problemas, ahora cuando se resquebrajan los pilares de lo que creíamos irrompible, cuando lo improbable se materializa ante nuestros ojos, cuando los balcones se han convertido en altavoces de nuestra angustia, enmascarada en aplausos y cánticos, cuando la peste asola los cuatro rincones del planeta llenando de temor los corazones de los que son conscientes, ahora, es momento de recluirse y descansar para reunir fuerzas para mañana.

Porque la mañana vendrá, y el sol iluminará los campos, la risa de los niños volverá a inundar los parques, en los cauces secos de las calles volverá a correr un torrente humano imparable, volveremos la vista atrás, hacia un pasado materialista que nos parecerá vacío, y por fin comprenderemos, sin ningún resquicio de duda, lo que de verdad importa en la vida, y los horrores de la noche nos parecerán un mal sueño que cada vez quedará más lejano.

Hasta entonces, descansad. Buenas noches.


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