Oda al torrezno

Si con un auténtico castellano
alguna vez trato has tenido,
te habrá dicho muy ufano:
prueba los torreznos, amigo.

Barritas energéticas de Soria,
es una parte del cerdo
que a cualquiera sabe a gloria.
Conjuga el crujiente con lo tierno
y su sabor explota al darle el primer tiento.

Su tradición viene de lejos,
de tiempos de la reconquista.
Para rememorar su invención,
hay que echar atrás la vista.

Cierto día, un paisano,
mientras recogía sus nabos,
tuvo una gran idea
contra los moros malvados
a los cuales, por fortuna,
no hacían gracia los marranos.

A la corte del Rey Sancho,
llevó a su cerdo Mariano
para demostrar su plan,
más se comieron al guarro
antes de que pudiera hablar.

Lo único que dejaron
fue su piel sonrosada.
Prestos fueron a tirarla
cuando un glotón cortesano
preguntó en voz bien alta:
¿y cómo sabrá asada?

Extendieron el correoso pellejo
sobre una sartén engrasada
y cuando estuvo bien tostada
la cortaron en tacos gruesos.

La nueva del nuevo manjar
se extendió por todo el reino
y en la mansión del noble,
y el hogar del pedigueño,
se comían los torreznos
servidos en grandes barreños.

No tardó en propagarse
por toda la piel de toro.
Tanto, que terminaron prohibidos
por los intolerantes moros.

Mas no sirvió de nada
pues la gente, muy enfadada,
recibía a los sarracenos,
en protesta, a pedradas.

En esas estuvieron varios años
hasta que a alguien se le ocurrió
que ya que de las piedras pasaban,
quizá de los cerdos no.

Y así, se echó con gran esfuerzo
al enemigo mahometano,
en buena lid, mano a mano
y lanzándoles torreznos.

Como aperitivo, comida o sustento,
nadie hay que lo pruebe y no quede contento.
Lo único que tiene de malo
es que es duro de rimar,
pero como dijo el maestro:
la rima es recurso eterno
del que no da para más.

En cualquier restaurante, tasca o bar
podrás pedir un torrezno
y en todos estará muy bueno,
aunque ninguno sabrá
como el que prepara mi suegro.

Aunque no soy castellano,
yo igual te lo digo:
si vienes a Castilla la vieja,
prueba los torreznos, amigo.

Coca Cola y Torrezno bodegón

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2 Comentarios

  1. Sabio consejo y eterno
    Pues no hay mejor manjar
    Cuando se trata del yantar
    Que un cacho pan y con torrezno

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  2. Eres un artista, Julián.

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